29 de septiembre de 2010




Seis de la tarde. El sol estaba ya bastante bajo, dentro de poco empezaría a anochecer.
Fuera solo se escuchaba el grito de los niños que jugaban al balón después de un largo día de colegio. Dentro, las dulces notas de un violín llenaban el lugar, transmitiendo una sensación de paz y tranquilidad. Pronto, la dulce melodía fue interrumpida por unos golpes en la puerta.
A regañadientes, Samantha dejó el violín encima de la cama, y bajo descalza a abrir la puerta. Estaba dispuesta a cerrar la puerta casi nada más abrirla, así que más valía que quien quiera que fuese el que estuviese fuera se diese prisa.
Cuando abrió la puerta, se quedó petrificada en el lugar. Sus ojos estaban abiertos como platos, al igual que su boca, la cual tenía voluntad propia para mantenerse abierta y por más que la chica intentará cerrarla no podía.
Él. Él estaba allí fuera. Con un ramo de rosas rojas más grande que había visto nunca. Pero lo mejor de todo no era el ramo, sino el hecho de que el chico estaba vestido con traje y peinado con la raya a un lado, arrodillado en el suelo.
— ¿Quieres ser mi novia especial y cariñosa?
La chica se miró de arriba abajo. Si hubiese sabido lo que la esperaba a las puertas de su casa, lo más probable es que se hubiese arreglado un poco en vez de bajar en pijama y con un gran moño despeinado. Antes de que pudiese seguir pensando como hubiese bajado, el chico la interrumpió.
— Estás preciosa, no te preocupes. ¿Quieres?
— Yo… ¡Por supuesto!
Casi de un salto, el chico se puso de pie, dejando el ramo apoyado en el marco de la puerta, y la cogió por la cintura, dándola vueltas por el aire hasta marearse. Ambos cayeron al césped de la entrada de la casa, riéndose. Él la miró. Los últimos rayos del sol iluminaban sus ojos, dándoles una intensidad que la encandilaba. El chico la miraba con una gran sonrisa en los labios, y poco a poco fue acercándose a los suyos.
Fue un beso dulce y calido, como la brisa del verano al atardecer.
— Mi novia dulce y cariñosa, ¿quieres que salgamos a cenar a un sitio dulce y cariñoso?
— ¿Dulce y cariñoso? Pocos sitios hay así.
—Cualquier sitio en el que estés tú será así.
— ¡Oh! Entonces me parece bien.

1 comentario:

  1. QUIERO QUE OCNTINUES YAAAAA!
    me encanta!!! que ahcuchable el chico aish!!!! (yo se qien es muajajaj)
    y , y , no se, me encanta le trozo, es adorable :)
    me encnata todooo!!!
    continua prontitooo!!! :DDD

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