15 de Julio de 1995
James
Te escribo de nuevo, tras tres años, para adjuntarte una foto de la niña y que veas el gran parecido que tiene contigo.
Como te dije en la primera carta, es una niña muy alegre. Aunque algunas noches llora porque se siente sola. No conoció a su mamá, por lo que tiene un vacío en su corazón. Mi mujer y yo nunca quisimos engañarla y desde un principio le contamos que su mamá no estaba y que su papá está trabajando fuera.
Pero aún así es una chiquilla muy risueña, y se pasa el día trasteando por la casa y el jardín.
Hoy por su cumpleaños celebramos una gran fiesta e invitamos a todos sus amigos de la guardería. Deberías haber visto la cara de ilusión de ella cuando vio encima de la mesa todos los paquetes de regalo, y cuando de pronto uno de ellos comenzó a moverse y ladrar. Abrió deprisa el regalo, porque decía que si no se daba prisa alo mejor desaparecía, y de la caja salió un cachorro de labrador. Le llamo Buddy y desde ese momento no se ha separado de él. Creo que ahora mismo están los dos tumbados abajo, en la habitación de ella.
Espero que puedas venir a verla pronto, le haría mucha ilusión.
Saludos.
Thomas.
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